Aceite esencial del árbol del té natural de máxima calidad. A través de la aromaterapia es antivírico, antifúngico y antibacteriano, ideal para purificar la piel. Este aceite es fotosensible, por lo tanto, es recomendable no aplicar antes de una exposición al sol y evitar el sol tras su utilización. Es de uso externo exclusivamente y no se debe aplicar directamente sobre la piel, se aconseja diluirlo en aceites o cremas base. No ingerir. Consultar con un experto en caso de tener alguna enfermedad crónica. No contiene derivados de petróleo, ni parabenos ni colorantes ni perfumes artificiales. Dilución al 1-3%. Si es para aplicación facial, no superar el 1%. 20 gotas son 1 ml, así que para 100 ml entre 40 y 60 gotas. Conservar en lugar fresco y seco, lejos de fuentes de calor y protegido de la humedad.
Rostro
Para combatir el el acné, se puede aplicar directamente sobre el grano infectado con un bastoncillo o un algodón. No poner en contacto con ojos o mucosas.
Aromaterapia
Desinfecta el ambiente usando un difusor o quemador. Se pueden utilizar unas gotas, diluidas en agua o alcohol, en un quemador o en un cuenco sobre los radiadores, aunque lo ideal es utilizar un difusor en el que no se aplique una fuente de calor directa.
Salud
Activa el sistema inmunológico y tiene efectos anticatarrales.
Cabello
Se puede usar como antipiojos. Para ello basta con añadir unas gotas al champú habitual, o añadirlas directamente al cepillo para peinar el pelo.
Cuerpo
Se puede aplicar unas gotas en el baño. También se puede aplicar en el masaje corporal, diluyendo el aceite esencial del árbol del té en un aceite vegetal base (oliva, almendras, sésamo, jojoba…)
Embarazadas y bebes
No utilizar en embarazadas, mujeres lactantes y niños.
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